martes, 13 de marzo de 2012

Práctica 1: No todo el monte es orégano.

Partimos de un notorio cambio en el paradigma educativo: Hemos pasado de un sistema tradicional basado en el libro de texto, los periódicos, la radio, los vídeos, etc. a un sistema en el que puedes comunicarte en cualquier momento y situación, puesto que las tecnologías se han modernizado, convirtiéndose en portátiles, pizarras digitales, teléfonos móviles con conexión wifi, etc.


El docente ha de ser competente ante los avances tecnológicos, no obstante, estos avances no son todo ventajas, implican una serie de contrariedades que a continuación vamos a describir.

  • En primer lugar, el alumnado pasa demasiado tiempo conectado en la red, lo cual quita tiempo para otras tareas.
  • El tiempo excesivo que el alumnado pasa ante el ordenador, repercute negativamente en su socialización, ya que no interaccionan directamente con las personas. 
  •   El poco control que las familias y los docentes tienen sobre el uso que los alumnos realizan de las nuevas tecnologías, puede provocar una desviación de los objetivos didácticos.
  • La cantidad masiva de información, dificulta la correcta selección de la misma.
  • En numerosas ocasiones, la comodidad de no contrastar diversas fuentes, puede llevar a que el alumnado se apropie de un conocimiento incorrecto.
  •  Disminuye la capacidad de reflexión, debido al fácil acceso a la información que las TICs proporcionan.
Sin embargo, todo no son inconvenientes, también hay numerosas ventajas:

  •  El alumnado desarrolla un espíritu critico, si es bien instruido a la hora de contrastar y seleccionar diferentes fuentes de información.
  • Facilitan la comunicación indirecta con otras personas instantáneamente.
  • Favorece el aprendizaje cooperativo y el trabajo en equipo.
  • Las TICs son aplicables a todas las materias, por tanto, fomenta la interdisciplinariedad. El acceso a la red, ha abierto las puertas a la interculturalidad ya que podemos encontrar numerosos espacios virtuales dedicados a ello.
  • El continuo contacto del alumnado con las nuevas tecnologías contribuye, fomentando  la alfabetización digital y audiovisual.
En resumen, el uso correcto o incorrecto de las TICs puede llevar a nuestros alumnos a un uso beneficioso o perjudicial de las TICs. Lo que ocurra, depende única y exclusivamente de la comunidad educativa.

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